lunes, 30 de mayo de 2011

La fábula del puerco-espín.

Durante la Edad de Hielo, muchos animales murieron a causa del frío. Los puerco-espín dándose cuenta de la situación, decidieron unirse en grupos. De esa manera se abrigarían y protegerían entre sí, pero las espinas de cada uno herían a los compañeros más cercanos, los que justo ofrecían más calor.
Por lo tanto decidieron alejarse unos de otros y empezaron a morir congelados. Así que tuvieron que hacer una elección, o aceptaban las espinas de sus compañeros o desaparecían de la Tierra.


Con sabiduría, decidieron volver a estar juntos. De esa forma aprendieron a convivir con las pequeñas heridas que la relación con una persona muy cercana puede ocasionar, ya que lo más importante es el calor del otro.
De esa forma pudieron sobrevivir.

viernes, 27 de mayo de 2011

Reconocer al hermano

Esta tarde hemos acudido a la Eucaristía en el colegio de una de nuestras hijas. Delante de nosotros un padre participaba también de la celebración mientras su bebé dormía en el carrito en el pasillo.
Debido al ruido de la tormenta el bebé se ha despertado y su padre lo ha tenido que coger en brazos. Ha mirado todo a su alrededor hasta que ha reconocido a su hermana, a lo lejos entre las alumnas que estaban sentadas unos bancos por delante. Era un bebé de unos seis meses y ha empezado a llamar a su hermana hasta que ésta se ha girado y le ha sonreído. Ha sido suficiente para él que enseguida se ha vuelto a su padre como indicándole que lo había conseguido.
Este momento entrañable me ha inspirado para escribir estas líneas.
¡Cuánto nos cuesta reconocer al hermano en el otro! ¡Cuánto nos cuesta sonreír ante la mirada del hermano!
Quizás el problema está en que no somos niños, ni nos queremos hacer como niños.
O quizás el problema es que no nos dejamos mecer en brazos del Padre.
La verdad es que el instante me ha ayudado a ver a través de los ojos del niño lo endurecido que tengo el corazón. Ver lo fácil que me brota el juicio y lo difícil que me resulta disculpar.
Todos los días rezo el "Padrenuestro" en el cual reconozco que todos somos hijos de un mismo Padre y por lo tanto hermanos; sin embargo, me resulta muy difícil cada día reconocer a mi hermano en el otro.
Podría decir más, reconocer a Cristo en el otro. En el fondo se trata de esto, de ver al otro como hermano y por lo tanto como el mismo Cristo porque todos estamos llamados a ser uno en Cristo Jesús.
Que Dios nos ayude a hacernos niños en sus brazos como el bebé de la Eucaristía de esta tarde.

lunes, 23 de mayo de 2011

La comunión para la Nueva Evangelización

Esta semana me ha llamado la atención el nombramiento de 10 consultores del Pontificio Consejo para la Nueva Evangelización. Tres de ellos son españoles: Kiko Argüello (Fundador del Camino Neocatecumenal), D. Julián Carrón (Presidente de Comunión y Liberación) y Monseñor Fernando Ocáriz (Vicario General del Opus Dei). Dos sacerdotes (uno de ellos obispo) y un laico.
Del resto, cinco son miembros del clero (tres sacerdotes y dos religiosas) y dos son laicos (dos mujeres). De estas dos mujeres, una es Chiara Amirante, fundadora de la Comunidad Nuevos Horizontes. Os pongo un enlace a su testimonio para que conozcáis quién es y su historia de conversión:
Os pongo también un enlace a la noticia del nombramiento para que podáis leer los nombres de los diez:
Lo importante, para mí, es ver la grandeza de la Iglesia y la sabiduría del Papa Benedicto XVI. Como veis hay sacerdotes, obispos, religiosas, seglares, hombres, mujeres. En fin, un pueblo, una gran familia que se llama Iglesia. Con distintos carismas, pero con un sólo Espíritu y unidos para un único fin: llevar el Amor de Dios al mundo entero.
Esta es la riqueza de la Iglesia: que somos un sólo cuerpo en el que cada miembro cumple con su misión pero a todos nos une la Comunión en Jesús.


jueves, 19 de mayo de 2011

MEDJUJOVEN 2011

A la vuelta de mi primera peregrinación a Medjugorje en la pasada Nochevieja inauguré este blog con mi primer post en el que ya auguraba que volvería.
Nicola e Irene hicieron una "profecía" diciendo que volvería y que sería pronto.
Bueno pues aquí está ya la peregrinación de este verano. En la edición anterior sólo pudieron ir nuestras hijas mayores, pero este año, si Dios quiere (que va a querer), y con la ayudita de la "Gospa" nos vamos toda la familia.
Gracias a PaxQ ya está todo organizado (o casi) porque las peregrinaciones no las podemos organizar los humanos. Ni siquiera PaxQ con toda su capacidad organizativa. Tiene que acontecer el Señor para que la peregrinación sea lo que tiene que ser: un viaje a su encuentro. Pero no intentando buscarle a Él sino dejándonos encontrar por Él, llevados de la mano de la Madre.
Os animo a que veáis este pequeño vídeo promocional y que os vengáis.
Si queréis más información, visitad la web: Medjujoven 2011

sábado, 14 de mayo de 2011

El Buen Pastor

En este 4º domingo de Pascua la Iglesia nos invita a meditar sobre Cristo como Buen Pastor.
El Salmo 22 es una lectura y oración muy recomendada para ayudarnos a entender mejor esta imagen. Muchos santos han meditado sobre él.
San Francisco de Asís decía:
Tú eres el buen pastor, "tú eres el bien, todo bien, sumo bien, Señor Dios vivo y verdadero"
De todos es conocido el famoso poema de Santa Teresa de Jesús:
Nada te turbe, nada te espante todo se pasa, 
Dios no se muda, la paciencia todo lo alcanza, quien a Dios tiene nada le falta sólo Dios basta.
Porque a nosotros nos ha tocado ser ovejas y poner nuestras vidas en manos del Buen Pastor. Si creemos de verdad que Él es nuestro Pastor, "nada nos falta". 
Él nos conduce con amor "hacia las aguas de la vida" y, si es necesario, nos carga sobre sus hombros cuando estamos débiles y vacilantes. Nos lleva hasta el lugar de reposo y nos guía hasta "el pasto nutritivo". Porque Él es el agua y es la fuente que sacia realmente.
Y "preparas una mesa ante mí" en la que Él mismo se hace alimento. Él es el pan que se parte y se entrega para saciarnos. Un pequeño pedazo de este pan puede saciarnos de Vida. ES LA EUCARISTÍA.
Y nos "guías por el sendero justo" que también es Él mismo, porque Él es el Camino, y la Verdad y la Vida.
Como dice San Agustín:
No se te dice: trabaja para dar con el camino, para que llegues a la verdad y la vida; no se te ordena esto. Perezoso, ¡levántate! El mismo camino viene hacia ti.
"tu vara y tu cayado me sosiegan". Esta vara y este cayado son la Cruz. Si estamos cerca de la Cruz nada debemos temer porque ella nos pacifica, nos purifica y nos enamora. Porque la cruz es el amor más fuerte que vence a todos los enemigos.
"Me unges la cabeza con perfume". Este perfume de Cristo es el Espíritu Santo, dice San Ambrosio, el óleo de alegría que no unge el cuerpo sino que ilumina lo íntimo del corazón.
San Bernardo comenta el verso "tu bondad y tu misericordia me acompañan todos los días de mi vida" diciendo:
Es como si Dios hubiera vaciado sobre la tierra un saco lleno de su misericordia; un saco que habría de desfondarse en la pasión (...), un saco pequeño, pero lleno (...) mi único mérito es la misericordia del Señor. No seré pobre en méritos, mientras Él no lo sea en misericordia.
Y la meta a la que el Buen Pastor nos guía no es otra que "habitar en la casa del Señor por años sin término". 
 

lunes, 9 de mayo de 2011

"Iesu Communio": ¡Que vivan nuestros padres!

Ayer estuvimos en La Aguilera. ¿Otra vez? No, nunca es otra vez. Cada vez que visitamos a las Hermanas Iesu Communio es nueva, es la primera. Resulta difícil explicarlo, pero es lo que yo siento. Es algo parecido a lo que ocurre con la lectura de la Palabra de Dios, o con la liturgia de las Horas, o con las celebraciones de los sacramentos; siempre son nuevas, el Señor siempre acontece y siempre sorprende haciéndolo todo nuevo.
Ayer fue la profesión solemne de tres hermanas: Marta de Jesús, Chiara y Verónica de Jesús. La presidió el cardenal esloveno Franc Rodé, hasta hace poco Prefecto para los Institutos de Vida Consagrada. Hablar de la ceremonia en sí, sería muy largo, hoy no quiero hacerlo. Hoy quiero hablaros de las familias de Iesu Communio, o, mejor dicho, de la Gran Familia Iesu Communio de la que me siento uno más.
Cada vez somos más y resulta más difícil coincidir con todos, pero sí es cierto que ya nos vamos poniendo caras, nombres e incluso historias cuando nos vemos. En el fondo todas las historias que vamos conociendo de nuestras familias son muy parecidas, aunque distintas, ¿Por qué? Porque todas han sido modeladas por un mismo autor: Dios. Y lo que transciende de todas ellas es AMOR, sólo AMOR. Unas con más sufrimiento que otras, pero todas inundadas de amor de Dios. De nuestros labios siempre sale una palabra, siempre la misma: ¡Gracias a Dios! Los sentimientos de desgarro, de desprendimiento, de dolor por la hija que se va de casa para nunca volver, se tornan en sentimientos de agradecimiento, de felicidad, de plenitud; porque Dios colma con mucho ese vacío.
No quiero que penséis que hablo solamente de los padres, no. También hablo de los hermanos y hermanas, abuelos, tíos, primos, incluso amigos y amigas. El Espíritu Santo está empeñado con esta casa y se sigue derramando a raudales. Su acción no se queda allí dentro sino que se extiende a través de cada una de las hermanas a toda su familia y conocidos. Estoy siendo testigo excepcional de ello y por eso lo digo.
Con casi 200 hermanas, hay muchísimas historias que contar. Todas ellas maravillosas, pero en el fondo sólo son capítulos de un mismo libro que Dios sigue escribiendo y cada página vuelve a sorprendernos porque está impregnada de misericordia.
Ellas también son conscientes de esto y saben que su misión está surtiendo efecto por obra y gracia del Espíritu Santo. Ayer tuvieron un detalle que nos emocionó a los presentes, fue a última hora de la tarde. Todas salieron al patio para hacer pasillo a Monseñor Rodé y a D. Francisco Gil Hellín cuando se iban. Les despidieron mientras los padres y familiares (quedábamos pocos a esas horas) observábamos desde lo alto. La imagen era impresionante, pero cuando se dieron la vuelta para volver a su casa y nos vieron todas gritaron: ¡Qué vivan nuestros padres! ¡Que vivan nuestros padres! ¡Que vivan nuestros padres! Y todos nos fundimos en un fuerte y emocionado aplauso.

jueves, 5 de mayo de 2011

Narciso Yepes

Hoy me he encontrado al arrancar una hoja del taco calendario con este pensamiento de D. Narciso Yepes:
"Hay manos que se manchan de sangre apretando un gatillo, hay manos que se manchan de sangre provocando una guerra o practicando un aborto... Hay manos que se manchan firmando leyes que van contra la Ley Natural... Pero no hay ninguna mano definitivamente indigna. El hombre, por muy abyecto que sea, siempre está a tiempo de dejar de serlo. Vivir es eso: estar todavía a tiempo... Quizás porque soy converso, creo más que otros en la capacidad de regeneración y redignificación del ser humano. Y no se debe cercenar esa posibilidad."

miércoles, 4 de mayo de 2011

"¿Qué hace una chica como tú en un sitio como éste?"

Hoy quiero hablaros de un libro que ha escrito mi amigo Suso (Jesús García). Es posible que muchos de vosotros ya hayáis leído su best-seller "Medjugorje". Si no es así os lo recomiendo también.
La temática de este nuevo libro es distinta, pero cuenta las cosas como sólo él sabe.
Os adjunto un vídeo promocional que ha elaborado otro amigo (Borja). Compradlo y leedlo. En casa ya lo hemos leído y como diría Suso: "mola".
En el lateral del blog tenéis un enlace a la página de "libros libres" donde podéis encargarlo y ver una reseña del libro.

martes, 3 de mayo de 2011

Beato Juan Pablo II

En octubre de 1982 estaba prestando el servicio militar en Cáceres. Me había alejado de la Iglesia pidiéndole cuentas a Dios por la muerte de mi padre. Tenía planificada toda mi vida. En cuanto acabara la "mili" aprobaría las oposiciones y empezaría a trabajar para casarme con mi novia, tener dos hijos (niño y niña, por supuesto) y a disfrutar de la vida.
Aquel día de otoño estaba prestando servicio en la residencia de suboficiales y pude ver la televisión. El papa Juan Pablo II estaba de viaje por España. Curiosamente ese día estaba en Castilla (mi tierra) reunido con las contemplativas en el Monasterio de la Encarnación de Ávila. Me senté a escucharle, sin saber bien por qué. Yo había dejado la Iglesia, pero ella como madre que es me enviaba un padre para rescatarme.
Al poco tiempo de aquello había vuelto a la Iglesia. El discurso de Juan Pablo II en la plaza de Lima cambió mi concepto de familia y de matrimonio.
Pasados unos pocos años nos casamos y viajamos a Roma. Pudimos asistir a la audiencia con él. Fue un regalo estupendo.
Nacieron nuestras hijas, cuatro. Todavía no ha nacido el niño y creo que ya es un poco tarde porque la biología es así. Posiblemente alguno de los dos angelitos que no llegaron a nacer fuese niño. Por si acaso, a uno de ellos le llamamos Juan Pablo.
Una de nuestras hijas hoy es contemplativa en Iesu Communio, instituto de vida consagrada que tiene mucho que ver con aquel discurso de Ávila.
Estuvimos con nuestras hijas en Cuatro Vientos, y en la plaza de Colón. No pudimos acudir a su funeral. Nos dieron la noticia de su muerte en medio de una Eucaristía.
Pero ahora no podíamos faltar. Con la ayuda de unos amigos hemos conseguido ir a la beatificación. Después  de los 600 Km. de carretera hasta Barcelona, un viaje en barco de 24 horas y una noche de dormir en la acera de la Vía de la Conciliacione... Hemos visto desplegar el tapiz del nuevo Beato después de pronunciar el papa Benedicto XVI la fórmula correspondiente. Y me he emocionado. Gracias Madre Iglesia, gracias por  reconocer la acción de Dios en este gran hombre. Gracias a Dios por haberme permitido disfrutar de este santo.
En realidad ese era el momento esperado y lo que íbamos a celebrar. Ver hemos visto muy poco, podría aseguraros que en mi caso concreto no he visto absolutamente nada de la celebración. Pero eso es lo de menos, lo importante era "estar".
Hemos vuelto por carretera, después de 2000 Km. Hemos llegado muy cansados, pero contentos.
Tenemos claro que a la canonización volveremos.